La obsesión por el skincare en las niñas.

 

Parece un poco surrealista, sobre todo por el término en inglés que ya utilizan niñas, jóvenes y no tan jóvenes en todo el mundo. Al principio, no le di mucha importancia al tema; lo había escuchado, pero no le presté demasiada atención hasta que una amiga de mi hija vino a casa y le trajo una mascarilla facial. Os podéis imaginar mi expresión al verlas aplicarse una mascarilla ¡con tan solo 8 años!

Me sorprendió tanto que decidí investigar un poco. Resulta que TikTok, YouTube, Snapchat y otras redes sociales están llenas de vídeos sobre skincare. El skincare consiste en aplicar todo tipo de productos para el cuidado de la piel, pero, claro, esos productos no están diseñados para pieles infantiles ni adolescentes, sino para pieles más maduras, por lo que no es recomendable su uso a edades tan tempranas. A estos productos se suman el maquillaje, lápices de ojos, sombras, colorete y un sinfín de cosméticos que coleccionan.

Poco a poco he ido observando que la gran mayoría de niñas y adolescentes están obsesionadas con la compra de estos cosméticos. Buscan los productos que ven en los vídeos de las influencers y ahorran lo poco que tienen para conseguir ese producto estrella que, supuestamente, hará que su piel luzca suave y luminosa. Pero lo cierto es que su piel ya es así, precisamente porque son jóvenes. De hecho, el uso excesivo de estos productos puede causar problemas en la piel, como acné o irritaciones.

El impacto que tiene internet en la autoestima es brutal. No somos del todo conscientes del poder que ejerce sobre las personas, y cuando hablamos de menores, el daño es aún mayor. Las empresas de cosméticos han identificado un nuevo mercado en edades cada vez más tempranas y lanzan constantemente contenido que atrapa a estos jóvenes, haciéndolos caer en la compra de productos sin considerar el impacto en su autoestima o en su piel. Los cánones de belleza impuestos por las empresas de ropa y cosmética son irreales y no sé ajustan a los cuerpos de verdad, con imperfecciones y a su diversidad. Esto crea un sentimiento de insatisfacción, imperfección y baja autoestima constante sobre todo en niñas y mujeres.

Tampoco parece importar qué efectos podría tener el uso de estos cosméticos en el futuro, ya que ninguna generación anterior ha utilizado este tipo de productos en la infancia.

Una vez que sabemos todo esto, ¿ qué podemos hacer como madres y padres? 

Quizá nos hemos enfrentado antes a la tarea de poner límites en cuanto a la ropa, pero no en lo que respecta a los cosméticos. Este es un nuevo desafío, pero es importante afrontarlo con paciencia. 

Algunas cosas que podemos hacer son:

1.Educar desde el ejemplo: Nuestros hijos e hijas aprenden mucho de lo que ven. Si priorizamos el cuidado natural de la piel y no dependemos excesivamente de productos cosméticos, ellos tenderán a seguir ese ejemplo. Mostrar que la verdadera belleza viene de una piel saludable y no de la cantidad de productos que se apliquen es un buen punto de partida.

2.Establecer límites claros: Es importante dialogar y llegar a acuerdos sobre el uso de cosméticos, explicándoles que algunos productos no son adecuados para su piel a esa edad y que no deben dejarse llevar por la presión social o lo que ven en internet.

3.Involucrarles en la toma de decisiones: En lugar de prohibir por completo, podemos involucrarles en la decisión, enseñándoles a leer etiquetas de productos y a elegir opciones más naturales y adecuadas para su edad. Esto les da autonomía, pero dentro de un marco de seguridad.

4.Hablar sobre la presión de las redes sociales y la presión de grupo: Es fundamental mantener conversaciones abiertas sobre cómo las redes sociales pueden distorsionar la realidad. Ayudarles a entender que muchas de las imágenes que ven están retocadas o preparadas con filtros puede aliviar la presión de "perfección" que sienten. También explicarles que no deben tomar ciertos comportamientos o actitudes solo porque sus amigos y amigas lo hagan, deben forjar su propio criterio y personalidad y no limitarse a seguir modas o corrientes.

5.Fomentar una autoestima sólida: Ayudar a nuestras hijas e hijos a construir su autoestima basándose en su valía personal, sus habilidades y su carácter es esencial. Reforzar la idea de que su valor no depende de su apariencia, sino de quiénes son como personas, puede ayudar a contrarrestar la influencia de las redes sociales y los estándares de belleza irreales.

Es necesario normalizar la imperfección. Nuestros rasgos, marcas de expresión, pecas o lunares nos hacen únicos y especiales y ahí es donde debemos hacer hincapié. Dile a tu hijo/a "No hay nadie en el mundo como tú y por eso debes cuidar y valorar tu apariencia tal y como es. Eres únic@ y especial"

Espero que os sirvan estos consejos, os mando un abrazo,

Cris


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