Adoctrinando niñas

Este título refleja una situación que me he encontrado esta semana en el colegio.

Recientemente hemos celebrado el día 8 de marzo, Día Internacional de la mujer. 

Hemos realizado distintas actividades adaptadas por nivel a nuestro alumnado y por supuesto hemos trabajado la importancia de educar en igualdad y que los niños y niñas se vean iguales y tengan las mismas oportunidades.

La sorpresa del claustro ha venido cuando una madre europea de origen árabe ha increpado a la profesora con esta frase:

¿Quién te da derecho a adoctrinar a mi hija y a todas las niñas en que las mujeres y los hombres somos iguales?

Como comprenderéis, no damos crédito a que en el siglo XXI y en el tiempo que estamos viviendo, en Europa, todavía haya gente que piense que no debemos educar en igualdad, nos da igual la religión o el país de procedencia, esto es inaceptable.

Pienso en esa pobre niña a la que en el colegio le explican la importancia de ser libre, de poder actuar según su decisión y su criterio, la importancia de poder vestir como quiera, de poder trabajar en lo que quiera y de poder conseguir lo que desee. Sin embargo, cuando ella llegue a casa con estas ideas, empoderada y queriendo luchar por lo que desea y por su libertad, se le prohíba y se le diga que lo que le están enseñando en el colegio es mentira y que no haga caso. 

Esto me reafirma más en mi labor de educar, en lo importante que es mi trabajo y también me abre los ojos, ya que soy afortunada de vivir en un país en el que ya podemos educar en igualdad, donde poco a poco estamos obteniendo el lugar que nos corresponde.Y digo poco a poco porque aún escucho muchas veces ¿Por qué se celebra el día de la mujer? Sois exageradas, ya tenéis igualdad, no sabemos de qué os quejáis, y la lista podría ser interminable.

Este fin de semana he tenido la oportunidad de ver el documental "No estás sola", y debo decir que no me ha dejado indiferente. 

Refleja muy bien cómo nos sentimos las mujeres en muchas ocasiones y cómo el sistema está dominado por los hombres. Recomiendo verlo con vuestros hijos e hijas adolescentes, con vuestras parejas y con vuestras madres y padres. En este filme se observa cómo el sistema judicial siempre defiende a los hombres, incluso cuando la evidencia es clara. 

Lo vi con mi pareja, que es de origen extranjero, y estaba asombrado. Me preguntaba: ¿por qué no hay mujeres entre los que van a juzgar? ¿Cómo pueden recibir una pena tan baja? Y sí, eso mismo me pregunto yo. 

Pienso en mi hija, y ojalá nunca tenga que enfrentarse a un hombre que la vea como inferior y que piense que puede hacer con ella lo que le plazca.

Ojalá algún día podamos volver a casa solas, por la noche y sin miedo.

Me siento agradecida por tener la oportunidad de educar a mis alumnos y alumnas en la lucha por la igualdad. No estamos adoctrinando niñas, estamos luchando por su libertad, espero y deseo que esa niña despierte y pueda cambiar ese pensamiento que le están inculcando en casa.

Eso si es adoctrinar.

Un abrazo,

Cris