Cómo evitar el sufrimiento de los hijos o hijas.
Esta misma pregunta me hizo una amiga hace un par de semanas. Su hijo hace el paso al instituto este curso, y ella está muy preocupada, ya que todos sus amigos van a ir a un centro educativo concreto y a él le toca ir a otro. Me preguntaba, 'Cristina, ¿cómo puedo hacer para que mi hijo no sufra?'
Mi respuesta, por supuesto con cariño, fue " no puedes y no debes".
El sufrimiento forma parte de la vida y es inherente a las emociones y sentimientos que experimentamos en muchas ocasiones. Actualmente, estamos en una generación en la que queremos evitar que los hijos sufran a toda costa, y muchas veces cedemos ante ellos para no verlos llorar, enfadarse, frustrarse, etc. Pero lo cierto es que no les estamos ayudando si no les permitimos enfrentarse a ese malestar.
No es fácil ver a nuestros hij@s sufrir o llorar, pero en lugar de verlo
como algo negativo, veámoslo como un aprendizaje. Esto podemos aplicarlo incluso para
nosotros mismos, cuando sufro por algo, estoy aprendiendo algo. No tengo
que sentir que el sufrimiento está aquí para hacerme daño, hundirme o
frenarme; sino todo lo contrario. Este sentimiento de frustración o
sufrimiento está aquí para hacernos saltar, cambiar y crecer. La inteligencia emocional habla mucho sobre esto y la resiliencia consiste precisamente en eso, es el proceso de adaptarse a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión y seguir adelante.
Nuestra labor como madres, padres o educadores es estar ahí para apoyarles y acompañarles cuando lo necesiten. No debemos quitarles las piedras del camino, sino tenderles nuestra mano en caso de que la necesiten para pasar por encima.
¿Y tú? ¿qué opinas?
Te leo.
Un abrazo,
Cris
Comentarios
Publicar un comentario